Pedro tuvo la genial idea de variar un poco y me pidió que lo acompañara a la pared de “Los Fantasmas”. Cuando me dijo el nombre de la vía, Pasaje cardiaco, ya algo me pude imaginar de lo que nos esperaría, me comentó que era un 6a de esos graduados hace tiempo y bueno, era cosa de ir y probar.
La vía resultó ser francamente psicótica, al menos la parte que hicimos de ella. La calidad de la roca es asquerosa, al menos para ir en libre. Las protecciones cuando son buenas son bastante incómodas y muchas de ellas no soportarían caída alguna, el primer largo nos ha tomado casi hora y media.
El segundo largo estaba marcado como A0, A1, pero tampoco es que fuéramos equipados para artificial y además la idea era ir en libre así que eso intentamos.
Pronto me vi metido en un sitio poco agradable para esta modalidad, un diedro perfecto con una fisura de lo mas hermosa con el inconveniente que los dedos no entran en la mayoría de ella, aunque la adherencia era buenísima los pocos agarres se desprenden a la menor presión. Todo esto convierte la reunión, dicho sea de paso que son 3 chapas recuperables, en una trampa vietnamita ya que el asegurador queda justo en medio del todo cuando caes cosas, y caen, muchas.
Después de dos pitones llegaron los pasos duros, he conseguido avanzar y después de mucho titubeo logro chapar una recuperable muy oxidada, de momento no era agradable pensar en una caída y los siguientes pasos marcados como A1 todavía estaban por venir. Mucho esfuerzo, pocos agarres, mucha roca suelta y adrenalina por un tubo, Pedro me recordada que no había nada que demostrar y de lo peligroso que era el sitio, por mi parte insistí en por lo menos probarlo, a vista, en libre y sin el equipo adecuado ya que traíamos los gatos de gran pared. Después de un minuto de concentración consigo hacer los pasos pero mas arriba la roca se vuelve aun peor y con el cansancio decido cogerme a un clavo. Creo que todo rompió al mismo tiempo: pie, mano y seguro, antes de darme cuenta me encuentro volando y la recuperable oxidada en la que me ca… antes es la que finalmente frena mi caída. Después de tranquilizarnos intento progresar en artifo pero realmente no traíamos material para esto. Como he podido he llegado hasta un techo enorme e imponente, está graduado como 4+ 5 pero un knife blade está a punto de salirse donde he puesto la cuerda y aunque hay un pitón sólido, hay demasiada cuerda entre este y la bendita recuperable. La prudencia (miedo) me pide a gritos que abandone, hasta ahora he puesto en riesgo ya varias veces la vida de mi asegurador y mi cuerda así que es momento de retirarse.
El descenso fue otra aventura, me cuelgo al pitón y la knife blade, que inmediatamente cede, en este momento me doy cuenta que he tomado la mejor decisión abandonando pero todavía tengo que llegar vivo a la reunión, refuerzo el clavo con la que ahora es mi mejor amiga, la chapa recuperable y tiro tenso pabajo. En la reu hemos tenido que cambiar cordinos y dejar mosquetones nuevos porque eso ya podría tener una década desde la última vez que se uso pa rapelar (si es que alguna vez su usó).
Impresionante pared “Los Fantasmas”
Pedro equipado hasta los dientes (pero no para artifo)
La primera parte es fácil pero después coge mucho grado psicológico y después técnico
Reu o trampa vietnamita?
El techo, sin palabras.
Los dos seguros que me saltaron. Por detrás la vía y sus techos